Eduardo García Maroto, director, guionista,y productor de cine. Nació en Jaén en 1903 y murió en Madrid en 1989 a los 85 años de edad.
Fueron muy valoradas sus innovaciones en los aspectos técnicos y artísticos y se le considera un pionero del cine en España. Fue productor adjunto de grandes filmes norteamericanos rodados en España entre 1955 y 1970.
Gran parte de su obra desapareció para siempre hacia 1950 en un incendio que destruyó los estudios “Madrid Film”, donde se conservaban los negativos de innumerables películas españolas.
Familia
Su padre era ingeniero militar y participó en la Guerra de Cuba. Fueron siete hermanos. Pasó su infancia en varias ciudades españolas, según los destinos de su padre.
Se casó con Angelines Matilla, con la que tuvo cinco hijos. Sus tres hijos varones han alcanzado cierto relieve en diferentes campos relacionados con la comunicación: Luis en el mundo del teatro independiente, Eduardo como teórico de multimedia y alto directivo en empresas de medios; y Agustín en el apartado docente como especialista en comunicación audiovisual.
Formación
Inició su carrera en el cine mudo, por lo que se le considera decano del cine en España, y a lo largo de su vida realizó la mayoría de tareas relacionadas con este medio.
Guionista
Como guionista aportó un particular sentido del humor y una gran sensibilidad para los temas humanos y sociales. Obtuvo el premio del Círculo de Escritores Cinematográficos, al mejor guión por Tres eran tres (1958).
Con el seudónimo de Marisa Barba publicó artículos en la revista de humor Hermano Lobo. Destacó como crítico teatral y de cine en diarios como ABC.
Inicios en el cine
Empezó a trabajar en el cine hacia 1924 como ayudante de montaje en los estudios cinematográficos “Madrid Film”. Así aprendió la mayoría de los oficios relacionados con las técnicas cinematográficas. También se inició como actor en películas populares en su época como “Viva Madrid que es mi pueblo” (1928), de Fernando Delgado.
Cine sonoro
Cuando se inventó el cine sonoro, García Maroto viajó a París para aprender las nuevas técnicas de montaje y entró en contacto con la élite de la industria cinematográfica francesa.
Regreso a España
A inicios de la década de 1930, regresó a España y consiguió la plaza de montador-jefe de los Estudios CEA, trabajando en largometrajes de Florián Rey como “Nobleza baturra” y muchos de ellos protagonizados por Imperio Argentina, la gran estrella de la Segunda República. También colaboró con Miguel Mihura en varias películas cómicas
Relevancia
En 1935, fue contratado por CIFESA, para dirigir su primera película “La hija del penal” que fue la que todos consideraron su mejor película, pero no hay copias de la misma porque la original se destruyó en un incendio.
Guerra Civil
Su trayectoria profesional se malogró atrapada entre los dos bandos de la Guerra Civil y la fatalidad. Los franquistas le denunciaron y censuraron con ahínco sus proyectos y, cuando por fin llegó la democracia, la nueva España le colgó la etiqueta de “director franquista” porque hizo algunos documentales propagandísticos para el régimen.
La Guerra Civil le sorprendió en Córdoba en el rodaje de la película “El genio alegre”, sobre una comedia de los Hermanos Álvarez Quintero su rodaje quedó interrumpido y muchas de sus películas quedaron censuradas.
Su protagonista, Rosita Díaz Gimeno, una de las actrices más populares de la época era la esposa del hijo de Juan Negrín, fue hecha prisionera por las tropas rebeldes y estuvo a punto de ser fusilada, pero al final salvó su vida al ser canjeada.
García Maroto no pudo regresar a Madrid, así que se instaló en Sevilla y allí reanudó su colaboración con Cifesa, que le contrató para realizar una serie de documentales de carácter propagandístico: Sevilla rescatada, Santander para España, La reconquista de Málaga.
Posguerra
En 1939 dirigió la película “Los cuatro Robinsones”, adaptación de una comedia de Pedro Muñoz Seca. Sin embargo, la feroz censura, la precariedad de los medios… provocaron la imposibilidad de realizar sus proyectos. Durante los años 40, se vio obligado a realizar cine de consumo, su mayor éxito comercial en la posguerra fue “Canelita en rama” (1942), una película folclórica que protagonizaron Pastora Imperio y Juanita Reina”.
Estancia en Portugal
Vivió unos años en Portugal de enorme éxito comercial con películas como “La Mantilla de Beatriz” (1946) y documentales sobre el ejército, la coronación de la virgen… Luego entre España y Portugal realizó películas como “El río Tajo” (1947), La Otra Sombra (1948), Nâo Há rapazes maus(1948). En 1950 dirigió la película “Truhanes de honor” ligada al régimen y a la legión.
Director adjunto de producción
Entre 1955 y 1970 fue director adjunto de producción de varias películas norteamericanas rodadas en España, porque el régimen franquista imponía que las películas extranjeras que se rodasen en España, tuviesen un director español adjunto al productor.
De esta etapa destacan película como:
“Orgullo y pasión” de Stanley Kramer,
“Salomón y la reina de Saba”de King Vidor,
“Espartaco”de Stanley Kubrick,
“Patton” de Franklin J. Schaffner.
El 15 de noviembre de 1958 se estaba rodando “Salomón y la reina de Saba” en los estudios madrileños Sevilla Films. Ese día el actor norteamericano Tyrone Power, se fatigó un poco mientras ensayaba un duelo con George Sanders. Una vez en su caravana, empezó a sentirse mal. Rápidamente se lo llevaron a un hospital, pero fue en vano y Power falleció al poco rato. Testigo de excepción de este trágico incidente fue Eduardo García Maroto.
También presenció la detención de Frank Sinatra en Málaga durante el rodaje de la película “El coronel Von Ryan” (1965) cuando una desconocida actriz cubana ideó una trama para hacerse una fotografía con Sinatra, y éste reaccionó de forma violenta pegando al fotógrafo y siendo detenido por ello.
A partir de sus escritos autobiográficos, se realizó en 2007 un documental titulado “Memorias de un peliculero”.
Autor: Feliciano Robles
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